El científico ambiental Robert Rohde escribió un extraño mensaje en Twitter el pasado verano, al comienzo de la ola de calor que abrasó la costa oeste de Norteamérica. Lo que estaba ocurriendo allí, sostuvo tras analizar los registros de las últimas siete décadas, resultaba “imposible desde el punto de vista estadístico”. Por supuesto, la ola de calor no fue en un sentido estricto “imposible”. Al fin y al cabo, existió, con algunos puntos de Canadá alcanzando los 50 grados centígrados. Pero aquello estuvo tan alejado de cualquier episodio anterior que incluso los modelos estadísticos más extremos se quedaron cortos.
Problemas para la salud
Ola de calor: lo "imposible" está aquí
Las altísimas temperaturas de estos días, las más extremas registradas a mediados de junio en los últimos 20 años, son una nueva muestra, en carne propia y tiempo real, de cómo el calentamiento global está provocando cambios sin precedentes en el planeta
El calor se asienta hasta 43 grados para alcanzar el miércoles su día álgid
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