Cada día, unas 320.000 personas sufren atascos para entrar en Barcelona. La odisea de entrar a la capital catalana, por motivos laborales o académicos, se acentúa cuando se trata de acceder en coche. Las largas colas a la entrada y salida de las rondas, de la C-31 o de la Diagonal son habituales a primera hora de la mañana - especialmente entre las 7.00 y las 9.00- y en las horas centrales de la tarde. Coches parados, accidentes y retenciones kilométricas son el día a día de muchas personas que acceden al centro de la ciudad entre semana para estudiar o trabajar. "He intentado venir en coche muchas veces pero al final he optado por dejarlo en casa, porque cada día acababa en un atasco u otro. Prefiero tardar 40 minutos más y venir en transporte público", comenta Alba Aguilera, una estudiante de Esparreguera (Baix Llobregat), que también trabaja en la ciudad. "Mis clases y mi horario de trabajo coinciden con las horas de más afluencia y el tráfico para acceder es una locura. Además, yo estudio en Poblenou y cruzar el centro en horas punta es prácticamente imposible, y más si buscas aparcamiento. Al final acabas pagando un párking o viniendo en transporte público aunque eso te implique perder más rato en el trayecto", concluye Aguilera. Como ella, son muchos los usuarios que sufren las consecuencias diarias del tráfico en el acceso diario a la capital catalana.
Opinión de lectores de EL PERIÓDICO
"Es imposible cruzar Barcelona en hora punta... Y aparcar es todavía peor"
Transito intenso hacia las 7h30’ en la Salida 4 de la Ronda de Dalt. /
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