Problema de salud pública

Alertan del uso de recetas falsas en Girona que facilita abusos sexuales

El Colegio de Farmacéuticos de la provincia ha registrado 22 casos desde principio de año mientras que en 2021 sumó 56

La envenenadora del burundanga ha ingresado en prisión. / AGUSTÍ CARBONELL

El Colegio de Farmacéuticos de Girona ha alertado del creciente uso de recetas falsas para lograr la sumisión química que deriva en agresiones sexuales. En Girona se detectaron 56 casos en 2021 y ya son 22 en lo que va de este año, por lo que la entidad profesional avisa que se trata de un "problema de salud pública" que va en aumento desde 2018.

En este sentido, los datos del Instituto Nacional de Toxicología de los últimos cinco años indican que aproximadamente en el 33% de las agresiones sexuales, es decir, en una de cada tres, los agresores cometieron la violación gracias a que la víctima estaba bajo sumisión química, es decir, bajo los efectos del alcohol, las drogas o fármacos sedantes o ansiolíticos que provocan un estado de inconsciencia o semiinconsciencia que genera confusión y dificulta el reconocimiento del hecho.

Fármacos prescritos

La burundanga es la sustancia más conocida popularmente por su capacidad para provocar la pérdida de consciencia a las personas que la ingieren, habitualmente mujeres que lo hacen involuntariamente y que son después víctimas de abusos y agresiones sexuales.

Sin embargo, la obtención de ese tipo de droga no resulta fácil y otra opción pasa por emplear fármacos normalmente prescritos en el ámbito de la psiquiatría que, combinados con alcohol, causan también inconsciencia. Es aquí donde el Colegio de Farmacéuticos de Girona ha detectado un incremento de las recetas falsas.

Las recetas son a veces copias burdas que el delincuente imprime y a las que añade el número de colegiado y la rúbrica de médicos privados, datos fáciles de conseguir con una simple búsqueda en internet de este tipo de servicio sanitario.

Más casos de los registrados

La entidad pide a las farmacias y los médicos a los que se falsifica la firma que denuncien los hechos cuando tienen conocimiento de ello, ya que los casos detectados por los profesionales son muchos más que los que les constan a los Mossos d'Esquadra, según confirman desde la policía catalana.

Los farmacéuticos, según relatan desde su colegio profesional en Girona, al darse cuenta de uno de estos fraudes se niegan a expender el producto, pero lo sucedido en ocasiones nunca llega a las comisarías. En el marco de la legalidad, se comete un delito de falsedad documental.

El alcohol, un potenciador de la sumisión

El colegio también ha alertado de la mezcla de drogas para conseguir la sumisión química. Un experto químico consultado por EFE ha detallado que frente a la burundanga, cuyo principio activo es la escopolamina, una alternativa son el éxtasis líquido (GHB)y las benzodiazepinas como el Ribotril o la Zopiclona.

Además, son solubles en líquidos y los delincuentes las depositan en un descuido en la bebida que consume la víctima, "porque además son de acción rápida e inodoras", detalla el experto.

Aparentemente, este tipo de psicótropos no tendrían suficiente fuerza como para provocar tal pérdida de conciencia como para que la víctima quedase totalmente privada de voluntad, "pero el alcohol es un gran potenciador", explica el experto a EFE.