Hace apenas dos años, en abril de 2020, los muertos por covid en los geriátricos catalanes se contaban por centenares. Muchos ancianos fallecieron mientras esperaban un traslado hospitalario, y en los centros más afectados, los cadáveres tuvieron que permanecer horas en las camas mientras esperaban la llegada de la funeraria. Solo el 7 de abril de ese año, las residencias catalanas registraron 215 muertos, casi el 60% de los fallecimientos que provocó ese día la pandemia en toda Catalunya. El porcentaje se mantuvo similar a lo largo de todo ese mes, con el coronavirus completamente fuera de control.