Sin techo

Indigentes en invierno: la vida bajo cero debajo de una carretera

Narciso reside bajo la N-120, en la orilla del Miño, en Ourense: “Esta es mi casa, para mí el albergue es la cárcel”

Narciso Barreira y su perro Alien, en la infravivienda bajo la N-120 en la que vive desde 2019.

En una especie de cueva que el Miño había horadado bajo la nacional N-120, Narciso Barreira fue ampliando el espacio hasta ganar un lugar a resguardo que ahora tiene 1,8 metros de altura. Duerme en el interior de la piedra, recogiéndose bajo las mantas y con la compañía de su perro Alien, revoltoso.