La variante ómicron del coronavirus ha demostrado su enorme capacidad de contagio, pero parece causar menos casos graves que obliguen a una hospitalización o ingreso en una uci o, en casos extremos, el fallecimiento del paciente.
Pero no es ese el único cambio que plantea ómicron. Según apuntan varios estudios (el más exhaustivo de ellos, desarrollado en Noruega), ómicron es la variante de coronavirus con el menor periodo de incubación.
Si la variante original del covid-19 tardaba entre cinco y seis días en mostrar síntomas y Delta demoraba hasta cuatro o cinco, en el caso de ómicron parece que los síntomas pueden tardar apenas tres días en aparecer (por eso mismo, en el caso de esta variante, se aconseja realizar tests de diagnóstico a partir del tercer o cuarto día desde el momento de la infección). Aunque, según matizan las autoridades sanitarias, en algunos casos los síntomas pueden tardar entre una y dos semanas en brotar.
Los cambios en los días de incubación y la extensión de la población vacunada pueden resultar engañosos a la hora de decidir cuándo someterse al test de antígenos. Población infectada puede transmitir el convid sin tener síntomas. Ante las dudas, lo más prudente es repetir la prueba con cierta frecuencia hasta que se disipen las sospechas.
¿Cuáles son los síntomas?
Estos son algunos de los síntomas asociados a la variante ómicron. Los expertos subrayan que no son determinantes para establecer un diagnóstico. Son solo indicadores.
Fatiga
Irritación de garganta
Dolor de cabeza
Molestias musculares
Secreción nasal
Estornudos
Lumbalgia
Sudores nocturnos
Náuseas
Pérdida de cabello
Conjuntivitis
Tos
Fiebre
Ligera pérdida de olfato y gusto