Reordenación del litoral

Catalunya blinda sus costas frente al urbanismo más voraz

  • Los nuevos planes de revisión de suelos no sostenibles del litoral frenan provisionalmente la construcción de 85.000 viviendas

  • La Generalitat busca armonizar planeamientos municipales, adaptarlos al cambio climático y prevenir nuevos destrozos paisajísticos

La playa de Llafranc y su pineda mediterránea en primera línea de mar, próximas a suelos urbanos que están en peligro sector del Faro de la Muntanya de Sant Sebastià. / David Aparicio

En septiembre del año pasado, el Consejo Asesor por el Desarrollo Sostenible de Catalunya (CADS), un organismo dependiente de la Generalitat, presentó un informe sobre el futuro de la costa catalana. Contenía numerosas recomendaciones para adaptarla a los embates del cambio climático, pero también desprendía cierto hedor a autopsia anticipada: "un litoral al límite”, titularon sus forenses. Hablaron de la acelerada regresión de las playas y los deltas fluviales, de la desaparición de los sistemas dunares que ejercen de barrera frente al mar, del "mal estado de conservación" de la mitad de los hábitats naturales y de la masiva urbanización de la costa. El ladrillo cubre el 59% del litoral en sus primeros 100 metros, un porcentaje que crece hasta el 81% si se descuentan el Cap de Creus y el Delta de l’Ebre, los principales espacios protegidos.