La Navidad es una época de alegría e ilusión, aunque también es un momento para hacer balance del año y, en muchas ocasiones, sentir nostalgia y recordar a aquellas personas que ya no están. Estas fechas pueden resultar dolorosas para personas y familias que han perdido a un ser querido. Actualmente, en plena era de la pandemia de la Covid-19, es una situación que ha azotado a miles de familias en todo el mundo y que ha puesto sobre la mesa, más que nunca, una cuestión: ¿Se puede celebrar la Navidad después de vivir la pérdida de un ser querido?

Según Lola Cabrera, psicóloga de los grupos de duelo de Los Espacios de Apoyo de Mémora, sí que es posible celebrar la Navidad. “Lo más importante es entender que se trata de una Navidad diferente y hay que trabajar en la actitud con la que se enfrenta la situación”, asegura la experta, que participó en la charla “Afrontar el Duelo en Navidad”, organizada por Fundación Mémora a través de los Espacios de Apoyo.

La psicóloga explica que la Navidad, a diferencia de otras épocas del año, se asocia con componentes totalmente alejados del duelo. “Relacionamos estas fechas con las luces de colores, los regalos y la alegría por los reencuentros familiares. Asociamos la Navidad a recuerdos y experiencias positivas. Pero cuando se ha vivido una situación complicada como una pérdida, las emociones que se sienten no van en sintonía con lo que representa la Navidad”, destaca Cabrera.

En este sentido, la experta apunta a la reinvención como fórmula perfecta para poder afrontar las fiestas durante un proceso de duelo. “Cuando perdemos a alguien no volvemos a ser los mismos. Tenemos que redescubrirnos y adaptar las celebraciones a las circunstancias, teniendo en cuenta los sentimientos propios. Habrá quien quiera reunirse y quien no, habrá otras personas que no querrán hacer un brindis o, por ejemplo, quienes querrán recordar al ser querido con algún símbolo, vela o fotografía. Lo más importante es hacer lo que uno siente”, explica Cabrera.

Cinco claves para afrontar el duelo en Navidad

Teniendo en cuenta que cada componente de la familia es un mundo y que el duelo se vive de forma distinta, ¿qué factores hay que tener en cuenta a la hora de preparar la primera Navidad tras la muerte de un ser querido? Cabrera destaca cinco aspectos esenciales.

· Escuchar al yo interior: Durante las fiestas navideñas es fundamental escuchar el yo interior, acoger las emociones propias y hacer lo que se sienta. “No hay nada mejor ni peor, cada uno vive sus circunstancias y tiene su forma de actuar”, asegura Cabrera.

· Consensuar en familia: La pérdida, en muchas ocasiones, afecta a toda la familia. Es importante debatir días antes cómo se van a organizar las fiestas y cómo se quieren celebrar. “No hay que improvisar y, sobre todo, se deben evitar situaciones con las que no nos sentimos cómodos”, apunta la experta.

· Comprender al otro: Cada miembro de la familia es posible que piense de forma distinta. Todos, incluidos los niños y los mayores, deben ser escuchados y proponer sugerencias.

· Respetar y no juzgar: Igual que con los pensamientos, los sentimientos pueden variar de una persona a otra. Por ejemplo, alguien puede decidir ausentarse y nadie debe cuestionar su actitud.

· Escuchar a los niños: “Muchas veces subestimamos su capacidad de comprensión y pueden aportar muchas cosas”, explica Cabrera. La experta recomienda hacerlos partícipes de la situación y no ocultarles nada.

El apoyo es fundamental

Para la psicóloga de los grupos de apoyo es importante poder compartir una situación de duelo, que en muchas ocasiones genera emociones desagradables, imponiéndose la soledad y la tristeza. En este sentido, la experta destaca que es fundamental normalizar todas esas sensaciones. “En nuestra sociedad hay una presión para ser felices. Muchas veces, se piensa que compartiendo el dolor con alguien lo forzamos a que nos saque de ahí y, en otras, la persona que sufre debe de hacer un sobreesfuerzo para no expresar su dolor”, apunta Cabrera.

Los Espacios de Apoyo son un buen lugar donde expresarse. “Los grupos de apoyo tienen el poder de normalizar. Todas las personas que acuden, tienen un elemento común. Allí se pueden expresar sin ser juzgados porque el resto comparte las mismas emociones, y pueden compartir estrategias para hacer frente a la situación”, explica la psicóloga.

No hay una única forma de hacer frente al duelo y, por lo tanto, cada persona debe encontrar su propia motivación o razones para hacerle frente.