Cuatro víctimas

Al vigilante de Tarragona le obsesionaba el supuesto trato racista de su empresa

  • Eugen Marin Sabau, de 45 años y sin antecedentes, dijo al dueño de su piso del Alcover (Alt Camp) que el martes se mudaría

  • Uno de los trabajadores a los que disparó sigue en estado crítico, los otros dos y el policía se mantienen graves pero fuera de peligro

El vigilante de Tarragona se sentía menospreciado por su condición de migrante rumano

Eugen Marin Sabau, el hombre que este martes disparó contra tres de sus excompañeros de la oficina de Securitas en Tarragona y también contra un agente de los Mossos d’Esquadra, es originario de Rumanía, tiene 45 años, sin antecedentes y lleva 20 años viviendo en España, en el municipio de Alcover (Alt Camp). Abatido cinco horas después del ataque por los Mossos d’Esquadra a las afueras de Riudoms (Baix Camp), sigue en estado crítico, igual que una de sus víctimas. Las otras tres, el policía entre ellas, se encuentran graves pero su vida ya no corre peligro. Quizá Eugen acabe saliendo de esta. Según todos los indicios, sobrevivir a la venganza que emprendió contra una empresa por la que vivía obsesionado no entraba en sus planes.