Dos meses de actividad

Un vulcanólogo en cada casa

La erupción en La Palma ha desatado un furor que no muestra signos de remitir 60 días después de que comenzara

Mientras cientos de familias pierden casas y pertenencias, las excursiones turísticas a la zona no paran de crecer 

El volcán de La Palma cumple dos meses en erupción. En la foto, un grupo de gente observa la actividad del volcán en la plaza de Tajuya, en el municipio de El Paso. / EFE / ELVIRA URQUIJO A. / VÍDEO: EFE

Cuando el volcán entró en erupción, el domingo 19 de septiembre a las 16.12 hora peninsular, casi toda España se encontraba sesteando o en plena sobremesa, bastante ajena a lo que se gestaba en La Palma. Los científicos habían descartado un “desenlace inminente”, pero los volcanes son caprichosos. Al emerger la lava, en el primer fenómeno de este tipo que se registra en medio siglo sobre la superficie terrestre española, la población comenzó a contemplar aquello hipnotizada, pendiente de cada novedad, por mínima que fuera. Ahí sigue. Dos meses después, en una sociedad que consume y deshecha noticias como si fueran chicles, no hay apenas signos de fatiga volcánica.