La lacra de la violencia machista

Una superviviente de un intento de violación: "Siempre tuve muy claro que yo no tenía la culpa"

Aloe Mateu, de 25 años, decide relatar el asalto sexual que sufrió en 2016 tras el caso de Igualada y el juicio de Molins de Rei

Aloe Mateu, en una imagen tomada este viernes. / David Aparicio

“Me preguntó donde vivía, no le contesté y me empujó contra la pared mientras se bajaba los pantalones. Le pegué una patada, se sacó una navaja del bolsillo, me amenazó y yo empecé a gritar e intentar que no me cogiera”. Aloe Mateu tenía 20 años cuando fue víctima de un intento de violación en un asalto que le causó la fractura de tres costillas. Volvía a casa de las fiestas patronales de Sant Adrià de Besòs. Esa noche de septiembre de 2016, Aloe estaba esperando el bus con una amiga. “Ella volvía a casa en el nocturno porque vivía lejos y no quería caminar sola por la calle. Como la parada estaba justo en frente de mi casa, decidí esperar con ella hasta que llegase el bus. Yo me sentía segura porque estaba en frente de mi portal”. Cuando su amiga se fue, se dirigió hacia la portería. Cuando entró, un hombre la acorraló en el rellano, la agredió con un objeto punzante. Afortunadamente para la joven, su hermana oyó sus gritos de auxilio y salió a socorrerla. El asaltante intentó huir corriendo pero con la ayuda de algunos jóvenes que seguían por la calle lo retuvieron hasta que llegó la policía. Khurram Shahzad, el agresor, cumple una condena de 11 años de cárcel en la prisión de Can Brians (Baix Llobregat).