Los costes de las nucleares condenan su futuro en España

  • Las centrales españolas pierden dinero y no han encontrado una solución para aislar los residuos radioactivos

  • El Gobierno mantiene el plan de cierre escalonado pese a la reactivación del sector en parte de Europa y China

La central nuclear de Ascó, en la provincia de Tarragona. / Roger Segura (ACN)

La crisis energética global ha reabierto el apetito por la energía nuclear, una energía que no genera gases de efecto invernadero como los combustibles fósiles ni está expuesta a la inestabilidad que impone la meteorología sobre las renovables. Francia volverá a construir centrales atómicas tras muchos años de pausa, y el Reino Unido acaba de conceder una subvención millonaria a Rolls Royce para levantar pequeños reactores modulares. Mucho más ambiciosos son los planes de China para reducir su dependencia del cabón. El gigante asiático planea 150 reactores para los próximos 15 años, más de los que el mundo ha construido en las últimas tres décadas. Ese impulso no acaba ahí porque la Comisión Europea baraja designar a la nuclear como una energía “verde” con el respaldo de varios países, un estatus que facilitaría la financiación de nuevos reactores.