La tormenta 'Blas' podría convertirse en un huracán mediterráneo. Así lo cree el Servei Meteorològic de Catalunya, fruto del seguimiento que se está llevando a cabo del sistema de bajas presiones que ya hace días que afecta al Mediterráneo Occidental, y que durante las próximas jornadas se centrará en la zona de las Islas Baleares.
La predicción indica que, entre el jueves y el viernes, esta depresión podrá convertirse transitoriamente en mini huracán mediterráneo o 'medicane', con un centro bien identificado, cálido, y alineado en su vertical. Las afectaciones más importantes se producirán en las Islas Baleares entre el miércoles y el viernes, donde se prevén viento fuerte y persistente, un destacado temporal marítimo y lluvia muy abundante, que se sumará a la que ya ha caído las últimas jornadas.
En Catalunya, explica el Meteocat, la afectación de la perturbación será tangencial. Entre el miércoles por la tarde y el jueves las precipitaciones más importantes se centrarán en el extremo noreste, donde se podrían superar los 100 mm acumulados. Los chubascos, sin embargo, podrán llegar a cualquier sitio. El viernes los chubascos se irán restringiendo al norte y este de Catalunya, a la vez que se harán más dispersos.
En cuanto al viento, el reforzamiento más destacado se producirá en la zona central del litoral, donde podrían registrarse rachas de más de 70 km/h. El oleaje se alterará en toda la costa, pero especialmente en el Alt y el Baix Empordà, donde las olas máximas superarán los 4 metros de altura.
Peligro por viento
Debido a esta predicción, el Meteocat ha emitido avisos de situación de peligro de grado 1 por viento y por intensidad de lluvia, de grado 2 por acumulación de lluvia, y de grado 6 por oleaje.
Los modelos meteorológicos a medio plazo indican que a partir del sábado la depresión se moverá hacia el este, camino de Córcega y Cerdeña, donde acabaría debilitándose casi por completo entre el lunes y el martes de la próxima semana. No obstante, la predicción puede cambiar, ya que la posible variación de la localización de la depresión produciría cambios sustanciales en la situación meteorológica.