Salut ha pagado 30,2 millones por pacientes derivados a la privada durante la pandemia

Desde el inicio de la pandemia, Catalunya ha reportado más de 900.000 casos de covid-19 y 24.000 fallecidos y la sanidad pública ha tenido que hacer un sobreesfuerzo para dar respuesta a la emergencia sanitaria. Durante el confinamiento de primavera de 2020, el Govern de la Generalitat aprobó un decreto con las tarifas para “facturar la actividad extraordinaria derivada de la atención prestada por la lucha contra el covid-19”. Ahora, los datos publicados por el Servei Català de la Salut revelan que la factura de la pandemia que la Generalitat ha pagado a la sanidad privada asciende a 30,16 millones de euros entre marzo de 2020 y julio de 2021, sumando los pacientes derivados con covid-19 (26,38 millones) y los diagnosticados con otras patologías (3,79 millones). 3.805 pacientes con coronavirus derivados Desde el inicio de la pandemia, casi 4.000 pacientes con covid-19 han sido derivados a hospitales que no forman parte de la red de la sanidad pública (SISCAT). De estos, 2.910 han sido ingresados en el hospital (sin llegar a la UCI) más de 72 horas o han fallecido (exitus). Además, 183 han pasado por la UCI y han recibido el alta y 87 han estado en el hospital menos de 72 horas (sin llegar a la UCI). El mes en el que se produjeron más derivaciones fue abril de 2020, con 1.141 pacientes atendidos por la sanidad privada. Le siguen diciembre (615) y mayo (487) del mismo año. Del total de casos, más de uno de cada cuatro (1.094 pacientes) ha sido atendido en el Hospital El Pilar de Barcelona. Los otros tres centros donde se han derivado más pacientes han sido la Clínica Nostra Senyora del Remei de Barcelona (345), el Hospital Viamed Monegal de Tarragona (331 camas en diciembre) y el Centro Médico Delfos de Barcelona (304). El Hospital el Pilar ha facturado 7,2 millones por pacientes derivados de la sanidad pública, una cifra muy encima de las dos clínicas que le siguen, la Clínica Nostra Senyora del Remei y la Clínica Corachan, con 2,6 millones cada una. 68 millones por 860.000 PCR La sanidad pública también ha tenido que derivar miles de pruebas PCR a otros centros. Desde el inicio de la pandemia han sido 858.702 PCR que han representado un coste de 68.204.961 euros. Casi la mitad de ellas (423.132) las ha hecho el Banc de Sang i Teixits, una empresa pública del Departament de Salut de la Generalitat que, como su nombre indica, se dedica a “garantizar el abastecimiento y buen uso de sangre y tejidos en Cataluña”. Por detrás, el Laboratori Consorci Intercomarcal, una entidad pública de carácter asociativo, ha hecho 225.790 PCR con cargo al Servei Català de la Salut, Cerba Internacional, 85.151, el Laboratori de Referència de Catalunya, 78.840, y CATLAB-Centre d’Analítiques Terrassa, 25.606. Octubre de 2020, con 158.594 PCR y 12.118.314 euros facturados, fue el mes en el que se tuvieron que derivar más pruebas. Por detrás, se encuentra el mes de enero de 2021 (107.775 PCR y 8.083.125 euros) y el mes de noviembre de 2020 (96.289 y 7.265.049). 4.500 pacientes con otras patologías Más allá de los casos de pacientes con coronavirus, y a causa de la saturación de los hospitales, la sanidad privada también ha tenido que hacer frente a derivaciones que no tenían que ver con la pandemia. Entre marzo de 2020 y julio de 2021, fueron 4.516 pacientes con otras patologías que supusieron un coste de 3.787.825,15 euros para el erario público. La mitad de ellos fueron en dos meses al principio de la pandemia: 1.127 en abril y 1.297 en mayo. La actividad más habitual fueron las cirugías mayores ambulatorias, con 1.475 casos facturados. De hecho, representan el 64,7% de la facturación total. Por detrás se encuentran las urgencias sin ingreso (1.374 casos), la larga estancia sociosanitaria (656) y la media estancia (369). También hubo diez tratamientos quirúrgicos de cáncer de pulmón en el Hospital de Barcelona. Si miramos las cifras por centros, vemos que el Centre Prevenció i Rehabilitació Asepeyo (Barcelona) fue el que tuvo más derivaciones, con 1.248 (992 de las cuales fueron urgencias sin ingreso). Sin embargo, este centro no fue el que facturó más. Por encima hay la Clínica Activa Mútua de Tarragona, con 975 derivaciones y 1.597.367,37 euros y el Hospital Viamed Monegal de Tarragona, con 864 derivaciones y 832.666,50 euros. 2,2 millones en servicios de terapias respiratorias a domicilio Finalmente, el Servei Català de la Salut también ofrece datos sobre la contratación extraordinaria de servicios de terapias respiratorias a domicilio des del inicio de la pandemia. En este caso, se han comprado 370.384 productos por un valor de 2.262.811,23 de euros a seis empresas, que se han repartido toda la facturación. Las dos compañías que han facturado más han sido Vivisol Ibérica (196.132 productos y 986.684,13 euros) y Oxigen Salud (72.837 productos y 598.772 euros). Los dos productos más adquiridos fueron 211.325 concentradores de oxígeno (un dispositivo que proporciona oxígeno) y 141.602 pulsioxímetros (un aparato que monitoriza el nivel de concentración de oxígeno en la sangre). Actualizaciones de las tarifas Las tarifas que está teniendo que pagar el Servei Català de la Salut por las derivaciones se fijaron inicialmente en el Decret Llei 12/2020, de 10 d’abril. Es ahí donde se preveía, por ejemplo, la cifra de 43.400 euros por paciente con covid-19 ingresado en la UCI y dado de alta, que tuvo repercusión en el debate político los primeros meses de la pandemia. A partir de aquí, la regulación ha ido cambiando ligeramente con el paso de los meses y se han ido introduciendo nuevas previsiones: el Decret Llei 14/2020, de 28 d’abril; el DECRET LLEI 8/2021, de 16 de febrer; la Orden SLT/16/2021, de 26 de gener; la Orden SLT/15/2021, de 26 de gener y la Orden SLT/211/2020, de 10 de desembre. Así pues, por ejemplo, una PCR se facturaba inicialmente a 93 euros y desde diciembre se paga a 75 euros.

Salut ha pagado 30,2 millones por pacientes derivados a la privada durante la pandemia

Entre marzo de 2020 y julio de 2021, 3.805 pacientes con coronavirus y 4.516 pacientes con otras patologías no pudieron ser atendidos en el sistema público

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