Efectos de la erupción

Los murciélagos huyen de la lluvia de cenizas del volcán de La Palma

  • Estos mamíferos han optado por trasladarse a otros puntos de la isla ante la imposibilidad de convivir con las recurrentes lluvias de cenizas del volcán

«Un solo murciélago come entre 1.000 y 3.000 mosquitos cada noche»

El pinar de La Palma era, hace apenas un mes y medio, un lugar preñado de vida. Entre la fauna que albergaba en su seno se encontraban varias especies de murciélagos, que hoy, sin embargo, han tenido que emigrar debido a la destrucción a la que el volcán ha sumido su hábitat. Las cinco especies de murciélagos que habitan en la isla –y especialmente las tres que lo hacen en los pinares– han tenido que volar hacia un lugar más tranquilo de la isla, en el que evitar las continuas lluvias de cenizas y en el que los alimentos disponibles sean mucho mayores.