Lucha contra el lobo

Multas de hasta 30.000 euros para los ganaderos que no permitan a sus mastines jubilarse

Jorge Peña, de una parroquia llamada Gresande y cercana a Lalín, tiene un mastín para proteger a sus vacas de los ataques del lobo. JAVIER LALÍN / JAVIER LALÍN

El mastín, perro guardián de ganado por excelencia, se hace cada vez más visible en el rural de Galicia por su uso contra los ataques de lobo, que se han extendido en los últimos años al tiempo que las funciones de estos canes cuyo número ya alcanza los casi 19.000 inscritos en el registro de razas de la Consellería de Medio Ambiente. Ahora, esos 18.703 mastines gallegos (de raza español y leonés), que ya eran tradicionales en las explotaciones, podrán ‘jubilarse’ desde los 7 años en virtud del proyecto de Ley de Protección y Derechos de los animales que prepara el Gobierno. La medida no está exenta de polémica porque, entre otras cuestiones, exige un informe veterinario que deberá evaluar anualmente el estado de salud del animal, con los costes que esto acarrea si se desea que el can siga trabajando a partir de los siete años. Y el incumplimiento de esta norma aparece tipificado con una posible sanción que va de 600 a 30.000 euros.