El tráfico en los accesos viarios a la área urbana de Barcelona va acercándose al colapso. Según el Servei Català de Trànsit, poco antes de las 20.00 horas, en la AP-7, a la altura de la Roca del Vallès, se suman ya 13 kilómetros de colas. Por el sur, pero en la misma vía, las retenciones en Vilafranca del Penedès alcanzan los ocho kilómetros. En el Maresme, la C-32 presenta paros a lo largo de cuatro kilómetros entre Cabrera de Mar y Vilassar de Mar.
En la autovía A-2, por su parte, se registran cinco kilómetros en Ódena, a causa de un accidente.