Del shock al desgaste

El dinosaurio del volcán todavía estaba en La Palma

  • El día amaneció en silencio después de una de las peores noches, pero los vecinos advertían que esta pausa se asemejaba más al cuento de Monterroso

Erupción del volcán Cumbre Vieja, en La Palma. / AFP / DESIREÉ MARTÍN

Si la mañana estiró sus primeros rayos en silencio con la promesa de una tregua, la noche cayó sobre La Palma con el despertar de la pesadilla: más veloz, más voraz, más líquida. En realidad, sus habitantes lo intuyeron desde el espejismo de la quietud, porque el tremor no solo es de la tierra sino que sacude por dentro, así que los vecinos y vecinas ya advertían desde el mediodía que la pausa se asemejaba más al cuento de Monterroso y que, en el fondo de la corteza terrestre, el dinosaurio todavía estaba allí.