Lucha contra la homofobia

Terapias de conversión sexual: una “tortura” impune

  • No ha habido ninguna sanción firme contra estas prácticas, pese a que seis autonomías las prohíben

  • Un abogado lucha para erradicar una lacra que la renuncia del obispo de Solsona ha vuelto a poner de manifiesto

Saúl Castro, presidente de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión, en Madrid. / David Castro

Las falsas terapias de conversión, un conjunto de prácticas (desde los electroshocks hasta la ingesta de medicamentos que quitan la libido, pasando por exorcismos y retenciones) que pretenden modificar la orientación sexual o el género del paciente, funcionan en España de forma subterránea. A veces, muy de vez en cuando, emergen tímidamente a la superficie, como ahora, a raíz de la tumultuosa renuncia al obispado de Solsona de Xavier Novell, quien fomentó y participó en ellas antes de colgar los hábitos por su amor hacia una escritora de novelas eróticas. Pero después vuelven a la oscuridad. No se sabe cuántas personas se han sometido a ellas en las últimas décadas, ni quiénes las han promovido, ni cuántas de estas presuntas terapias continúan practicándose ahora mismo. Lo que sí se sabe, sin ninguna duda, es el número de sanciones firmes que se han impuesto contra estas prácticas, prohibidas en seis comunidades autónomas: cero.

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