Ataque en Madrid

La intrahistoria de la denuncia falsa sobre la agresión en Malasaña

  • El joven de 20 años que denunció un ataque de 8 encapuchados mintió para encubrir ante su pareja otra relación

  • En su segunda versión a la Policía dice que su corte en el labio y el tatuaje en el glúteo fueron consentidos

Detalle de una manifestación en favor de los derechos del colectivo LGTBI. / Marcos Pontes / Agencias

El joven de 20 años que denunció una agresión homófoba en el madrileño barrio de Malasaña por parte de ocho encapuchados ha confesado a la policía que se inventó el ataque. Que lo dicho en su primera denuncia y que ha causado un tsunami político en España sobre los delitos de odio, es falsa. En una segunda declaración ante los investigadores, ha admitido que lo que había denunciado hace días como agresión, con el resultado de heridas en el labio y el tatuaje supuestamente forzado en el glúteo con un cúter de la palabra “maricón”, fue en realidad fruto de una relación sadomasoquista consentida, en un piso, con otras dos personas. 

En su primera declaración en sede policial, el joven aseguró que ocho encapuchados le habían asaltado en la puerta de su casa en Malasaña después de las 17:00 horas de la tarde del domingo 5 septiembre. En esa versión, sostuvo que los supuestos agresores entraron tras él en su portal, vestidos con sudaderas y pasamontañas, y que le cortaron el labio inferior mientras le llamaban "maricón", "asqueroso" y "comemierda", además de tatuarle contra su voluntad.

Sin embargo la investigación de la Policía Nacional ha revelado que la supuesta agresión no había quedado registrada en ninguna cámara de seguridad de los comercios y locales cercanos. Tampoco en las cámaras de las bocas de metro más próximas. Los agentes interrogaron a decenas de vecinos que estaban en la zona. Ninguno había visto ni oído nada, una circunstancia que ha llevado a las Fuerzas de seguridad a perseverar en los interrogatorios a quien había sido hipotéticamente agredido.

Denuncia junto a su pareja

Fuentes del caso explican que el joven no tenía la intención de denunciar, pero que fue su pareja, con la que convive, la que le instó a hacerlo tras conocer las lesiones de su compañero y recibir la versión, por parte de éste, de que todo era fruto de un ataque de desconocidos . Ambos salieron a la calle el mismo domingo y al cruzarse con un coche policial patrullando la zona, se decidieron a denunciar los supuestos hechos, esos que hacían referencia a una brutal agresión por parte de ocho encapuchados en un portal.

Pero la dificultad para ratificar esa versión tras varias pesquisas llevó a la policía, en la tarde de este miércoles, a repetir el interrogatorio al denunciante. Y terminó confesando que su denuncia era falsa. El ministerio de Interior lo confirmó oficialmente unas horas después, aunque se remarcaba que continuaban las investigaciones abiertas en torno a este caso y el procedimiento judicial. 

No obstante, las fuentes consultadas apuntan que dicho caso, que está pendiente de reparto al juzgado, será archivado con total seguridad. Las otras personas que participaron, junto al joven, en la que ha resultado ser una relación consentida y no un ataque, tampoco serán acusadas de nada. Ni el propio denunciante, pese a que el Código Penal castiga la denuncia falsa y la simulación de delito.