Fin de las barreras

El tráfico en los accesos a Barcelona supera por primera vez los valores previos a la pandemia

  • La cifra de accidentes se ha reducido y Trànsit recuerda que las autopistas son "infinitamente más seguras" que las carreteras

  • "Como cuando se inaugura una rotonda, el fin de los peajes obligará a reconciliarse con la nueva red viaria", comenta

Colas en la AP-7, este miércoles, a consecuencia del incendio de un camión en la autopista / Ferran Nadeu

Las autopistas catalanas se han colado en la cada vez más extensa paleta de asuntos sobre los que hay que tener una opinión propia. Sin tiempo para disfrutar de la gratuidad, la sociedad se afana en discutir la manera de sufragar unas carreteras que, como todas las infraestructuras públicas vinculadas al transporte, no se pagan solas. Más allá del debate sobre lo que debe suceder antes de 2024, subyacen todo tipo de hipótesis y lecturas sobre lo que está sucediendo estos días. Como el colapso en la AP-7 de este miércoles, con casi 20 kilómetros de retención cuyo origen se explica, en buena medida, por el accidente y posterior incendio de un camión a la altura de Sant Cugat. ¿Pero cuánto de lo que suceda a partir de ahora es achacable a la eliminación de las barreras? ¿Se está produciendo un trasvase significativo desde la carretera convencional hacia la autopista ahora libre de pago? Es pronto para alcanzar conclusiones robustas, pero hay un dato revelador: el pasado domingo se superaron por primera vez los registros de tráfico previos al covid.

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