Las fiestas mayores de los barrios de Barcelona, activas desde hace más de una semana, están dejando imágenes de aglomeraciones y botellones multitudinarios en las calles. Primero fueron en Gràcia y ahora en Sants. Esta pasada madrugada, miles de personas se reunieron —muchos sin mascarilla— para beber y socializar, algo habitual en estas fechas pero limitado desde la irrupción de la pandemia del coronavirus.
Así, la Guàrdia Urbana y los Mossos d’Esquadra terminaron interviniendo para desalojar el Parc de l’Espanya Industrial, en un operativo que se llevó a cabo a las cuatro de la madrugada y que sirvió para poner fin al ruido y dejar espacio libre para que pudiesen actuar los servicios de limpieza de la capital catalana.
Entre 2.500 y 3.000 personas de Barcelona y alrededores, según informó TV3, se concentraron ayer en el barrio de Sants en motivo de una fiesta mayor que durante todo el día puso en marcha actividades lúdicas como talleres para los más pequeños, meriendas populares o conciertos y que terminó con una noche de fiesta y borrachera.
Antes de su operación de desalojo, los policías locales entraron en el recinto del Parc de l’Espanya Industrial para atender a un joven completamente ebrio. Más tarde la aparición de agentes antidisturbios para echar a la multitud provocó leves enfrentamientos, con lanzamientos de botellas incluidos. Este sábado es la última noche de la fiesta mayor de Sants y la escena puede repetirse.