La paradoja es considerable. Una localidad mejora sus datos sobre la pandemia del coronavirus y ve cómo se reduce su incidencia. Y por debajo de un nivel determinado, 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, recibe como ‘premio’ que se anule en su término municipal el toque de queda que dicta la Generalitat. Un confinamiento domiciliario de una a seis de la madrugada, obligatorio si la cifra alcanza esos 250 casos; antes eran 400. Aunque a primera vista suene positivo, perder el toque de queda complica la vida de muchos alcaldes de una forma tremenda.
Polémica por la restricción desigual
Alcaldes imploran el toque de queda para frenar los botellones y el incivismo
Localidades que quedaron fuera de la norma y que limitan con otras que sí confinan a sus vecinos afrontan aglomeraciones nocturnas
Regidores del Baix Empordà alertan de que este fin de semana coincidirán grandes concentraciones con la ola de calor y la alerta por incendios
Un grupo de jovenes hace botellón en el paseo maritimo de Sant Antoni de Calonge durante la madrugada de este jueves. /
Temas
Lo más visto
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC consolida la victoria y Junts refuerza su ventaja sobre ERC
- Aviso amarillo por lluvias y tormentas en ocho comarcas de Catalunya este lunes
- Sondeo elecciones Catalunya: Los catalanes prefieren un pacto PSC-ERC a otro Govern independentista
- Brutal pelea a puñetazos en un cine lleno de niños donde se proyectaba 'Garfield'
- Jorge Rey sobre el tiempo que nos espera: "Está muy cerca"