Si tienes dificultades para conciliar bien en sueño está científicamente demostrado que, durante el periodo estival, los problemas aumentan debido al calor, y más en la costa, más. Y con una ola de calor el problema se generaliza. La temperatura óptima para dormir se sitúa entre los 18ºC y los 22ºC, según los expertos, pero no siempre puede conseguirse. Los principales consejos sería una buena ventilación, cena ligera y una correcta hidratación. Ahí van unas ideas:
Mantener fresca la habitación
Durante el día lo óptimo es mantener el dormitorio a oscuras para que se caliente lo menos posible. Los expertos recomiendan fórmulas que ayuden a bajar la temperatura de casa , como la ventilación con ventanas abiertas o mediante el uso de aparatos eléctricos.
Cena ligera y evitar el alcohol
Es importante lo que comemos antes de irnos a la cama ya que es preferible escoger alimentos que tengan una gran cantidad de agua como la sandía o el melón o ensaladas de legumbres. Las cenas copiosas harán que el cuerpo tenga que trabajar más aumento la temperatura. Y para acompañar a esos alimentos, mejor prescindir del alcohol porque puede hacer que nos deshidratemos.
Hidratarnos lo suficiente
La hidratación también es muy importante en verano, pero cuidado, si bebemos agua demasiado fría, nos proporcionará una sensación refrescante únicamente momentánea. Es importante que consumamos agua durante el día, pero también antes de irnos a dormir y durante la noche. De esta manera conseguiremos que nuestra temperatura corporal no se eleve tanto .
Alejar los aparatos electrónicos
Los aparatos electrónicos enchufados a la corriente, estén activos o no emiten calor. Así que, lo mejor es apagar por completo la televisión de la habitación, poner a cargar el móvil fuera y utilizar bombillas de bajo consumo para dormir mejor cuando hace calor.
Tener una botella de agua cerca
Para evitar levantarte a media noche a buscar agua cuando se seca la garganta es aconsejable dejar una botella en la mesita de noche, al lado de la cama, y en especial, no encender la luz de la habitación ni utilizar ningún dispositivo que la emita. Al encender la luz se para la producción de la melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo del sueño, y el cuerpo debe de comenzar desde cero el proceso del descanso.