A Manuela Barrientos le empezó a doler el brazo. Estaba haciendo la comida y la molestia cada vez iba a más. Su familia la llevó rápidamente al Hospital de Mollet del Vallès. Era el 1 de enero del 2014 y la celebración del primer día del año se truncó. En principio, su marido pensó que no sería nada grave, que le darían un calmante y para casa. Pero no fue así. Su estado de salud empeoró y, a pesar de ello, no fue trasladada a otro centro sanitario con más medios, el de Granollers, porque no había camas. Al día siguiente, la mujer, de 54 años, falleció de una hemorragia cerebral, un ictus. Una jueza ha estimado la demanda de la familia y acuerda que la compañía aseguradora del Servei Català de la Salut pague una indemnización de unos 70.000 euros a la familia.
SENTENCIA EN BARCELONA
Indemnización por la muerte de una mujer a raíz de un ictus no detectado
La paciente no fue trasladada del Hospital de Mollet al de Granollers porque no había cama
Manuela Barrientos, en una foto cedida por la familia.
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