La evolución de la pandemia

"Cariño, han confinado al niño"

Los casales de verano y las colonias se reivindican como espacios seguros y aseguran que por ahora apenas tienen chavales o monitores contagiados

Actividades de agua en un casal de verano de la Pere Tarrés en la escuela Fedac de Sant Andreu (Barcelona) / Ferran Nadeu

Existe un cierto pavor compartido entre los padres con niños en edad de casal y colonias de verano. Miedo a que uno de los dos llame al otro y le diga la temible frase que sobrevuela en el ambiente en este inicio del mes de julio: "Cariño, han confinado al niño". La enésima oleada del covid se está cebando con los jóvenes, sobre todo en Barcelona y su entorno. No están vacunados y la verbena y los encuentros de fin de curso han insuflado vida a un virus que, lejos de desaparecer, estaba en franca regresión. Los monitores están en esa edad y muchos de los chavales tienen hermanos mayores que también son carne de cañón. El resultado es esta cagalera ante la posibilidad de que se desmonte la logística de un mes tradicionalmente complicado a nivel familiar. Porque de mediados de septiembre hasta la tercera semana de junio todo está más o menos controlado. Pero desde el día de los petardos hasta agosto y los primeros 15 días de septiembre se abre un páramo paternal que suele rellenarse con actividades organizadas. Los datos, para ir tranquilizando de entrada, aplacan la tormenta.

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