Club de Educación y Crianza de EL PERIÓDICO

Urmeneta, fundador de Kukuxumusu, aspira al Goya con un corto sobre el autismo

  • El diseñador ha trabajado con niños con TEA para crear los personajes de 'Bulit escucha la naturaleza', con el que pretende sensibilizar a la población sobre este trastorno del neurodesarrollo

Bulit, más que un dibujo animado con AUTISMO, de Mikel Urmeneta

El autismo no es una enfermedad. Es una construcción distinta de los procesos mentales, un trastorno del neurodesarrollo de origen prenatal cuya causa concreta no se conoce mas allá de que influyen factores genéticos y ambientales. En los años 50, momento en el que la ciencia estaba dominada por el psicoanálisis y los traumas de la infancia, se llegó a culpabilizar a las madres del trastorno de sus hijos. Eran niños que no habían recibido amor maternal y se les llamó 'Niños congelados' por culpa de un nefasto titular de la influyente revista 'Time'. Así lo cuenta la neuropediatra María José Mas en su libro ‘La aventura de tu cerebro’ (Next Door Publishers), que pone en valor el papel de la psiquiatra que cambió las cosas: Lorna Wing. En 1956 nació su hija, a la que le costaba succionar, apenas dormía y gritaba bastante. El amor de Lorna por su bebé la llevó a convertirse en artífice de la transformación del autismo de un trastorno ignorado y oculto a reconocido en cuanto su existencia y elevada frecuencia. “Su gran contribución es que nos hizo ver el autismo como el espectro que es”, explica la doctora Mas.