Sant Boi de Llobregat ha despedido este jueves a Yaiza, la niña de 4 años asesinada por su madre en Sant Joan Despí el pasado 31 de mayo. La pequeña era de esta población, que a las 19.30 ha acudido a la plaza del Ayuntamiento a rendirle homenaje.
Casi tres semanas después, el consistorio de la alcaldesa Lluïsa Moret ha acompañado a la familia paterna en una demostración pública de duelo y de condena de lo ocurrido. Ha rectificado –hasta ahora no había promovido ninguna concentración– y lo ha hecho siguiendo los deseos de los parientes de la menor, en un acto emotivo en el que el centenar largo de vecinos ha terminado soltando globos con forma de corazón, “como los que dibujaba Yaiza junto a su nombre”, mientras sonaba un tema infantil. Antes, la tía de la víctima había leído unas palabras y un músico ha interpretado 'El Cant dels Ocells'.
Con las banderas a media asta y con un cartel de un dibujo de Yaiza colgando de la fachada del edificio municipal, la alcaldesa ha deseado que se convierta en “un símbolo” del deber de “proteger a los menores”.
Se salda así para la familia paterna una cuenta pendiente dado que no hubo en los días inmediatamente posteriores ninguna muestra pública de condena de lo ocurrido.
En prisión
Cristina Rivas, la madre de Yaiza en prisión preventiva por matarla con una bolsa de plástico el pasado 31 de mayo, confesó el crimen al pasar a disposición judicial y admitió que actuó como lo hizo por algún motivo relacionado con su expareja, el padre de la niña de quien se separó hace 3 años.
Tras ahogar a Yaiza, Rivas se tomó un cóctel de medicamentos con la intención de acabar también con su vida. La reacción del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) le salvó la vida y ahora afronta un proceso judicial por un homicidio que, según ella ha mismo ha relatado, se trató de un asesinato planificado con meses de antelación.