Un yacimiento inagotable

El cristianismo fundó su propia Empúries

Una misión arqueológica saca a la luz una basílica del siglo IV y señala, como punta de un iceberg, la existencia de una urbe de dos hectáreas junto a la antigua ciudad griega

El yacimiento de Santa Margarida d’Empúries, a vista de pájaro, en cuyo subsuelo se escondía una primitiva sede episcopal del siglo IV. / Museu d'Arqueologia de Catalunya

Empúries, por donde entró la cultura clásica en casa de los iberos, primero la griega, luego la romana, fue también el dintel a través del que llegó el cristianismo a esta esquina de la península, o al menos eso sugiere de forma bastante emocionante la campaña arqueológica llevada a cabo el pasado mayo por la red del Museu d'Arqueologia de Catalunya junto a Sant Martí d’Empúries. Bajo los restos conocidos de la antigua iglesia de Santa Margarida, lugar en el que el culto se prolongó hasta mediados del siglo XVIII, ha aparecido nada menos que una sede episcopal fechada en el siglo IV d.C., toda una basílica, por supuesto con su piscina bautismal, como corresponde, y que es solo la punta del iceberg de una villa de como mínimo dos hectáreas de superficie. Palabras mayores, pues.