EXODO DE LA GRAN CIUDAD

El Domingo de Ramos inicia la resurrección de las poblaciones turísticas

La Semana Santa devuelve la vida a los municipios de verano y fin de semana, con la duda de si es otra pizca de vuelta a la normalidad o si volveremos al vía crucis del confinamiento

La playa del Port Bo de Calella de Palafrugell, este domingo por la mañana / David Aparicio

Semana Santa es esa época en la que uno no tiene claro si ya puede calzarse la chancleta o debe mantener el abrigo. Al salir a la calle, resuelve que la duda es global, que tanto hay gente en la playa en bañador como vecinos en la baranda del paseo tapados hasta el cuello sin entender nada. Estos son los primeros días de asueto más o menos libre de 2021. Tras el fin del cerrojo comarcal, pero todavía con el toque de queda, la Catalunya de los forasteros vive su particular Domingo de Ramos. Vítores silenciosos de los que hacia tiempo que echaban de menos a los visitantes. Por necesidad, no nos vayamos a engañar, aunque el roce haga el cariño. Jesús lo petó con esa entrada triunfal en Jerusalén, según rezan las escrituras. Pero cuidado, que a los cinco días fue crucificado en Judea. Así está la cosa, con paladas de catalanes disfrutando lejos de casa, en la segunda residencia o en un alojamiento turístico. Si al tercer día hubo resurrección, está por ver qué es lo que seguirá a la tercera ola de covid.