La odisea de las pateras

Los invisibles de la diáspora africana: mujeres y niños

  • La muerte de una bebé en Canarias pone rostro al drama oculto que sufren las migrantes que viajan en patera con sus criaturas

  • El proyecto Ödos, de Córdoba, ayuda a estas madres que huyen para evitar matrimonios forzosos o la mutilación genital y son objetivo de las mafias de trata

Dos menores migrantes acogidos en centro que el proyecto Ödos tiene en Montilla (Cáceres).

La penúltima tragedia registrada en Canarias tras la muerte de una niña de 2 años que viajaba en una patera distinta de la que llevaba a su madre rescata la historia de tantos menores engullidos en busca de una tierra mejor. Como la reconstruida en el libro 'Desde el país de los blancos' (Plaza&Janés), del africano Ousman Umar. “Estaba muy oscuro, solo se oía el sonido del mar embravecido. Las estrellas bailaban al ritmo brutal de las olas. Puede sonar poético, pero era terrorífico. Bajo nuestros cuerpos acurrucados, el océano Atlántico parecía esperar para comernos”. Así comienza Umar el relato de su periplo como niño migrante. El grupo con el que se jugó la vida viajando desde Mauritania a España -hombres, mujeres y niños- se construyó su propia patera bajo el mando de una mafia, que les daba para comer una barra de pan cada tres días. “Una vez construida nos colocaron bien ordenados y apretados para aprovechar el espacio”. La patera se hizo al mar. Umar pensó que podía morir en cualquier momento.

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