No hay paz para los malvados, pero sí sol, anonimato e incluso lujo. Sanguinarios criminales de guerra se han ocultado en la Comunitat Valenciana. Han convertido una madriguera de oro paraísos litorales como les Rotes de Dénia. Allí se escondió un puñado de nazis huidos tras la Segunda Guerra Mundial. No disimulaban mucho su pasado. El oficial de las Waffen SS Gerhard Bremer, que está enterrado en el cementerio de Dénia, se enfundaba su uniforme, cuajado de insignias y condecoraciones nazis, en las numerosas fiestas que daba junto a su esposa Almut en el Bremers Park Bungalows, el complejo turístico de lujo que fundó en les Rotes. También acostumbraba a pasear ataviado con su casacón de gala (de un blanco siniestro) del brazo de su mujer y sujetando con la otra mano las correas de dos fieros perros doberman. Mucho embozo no se daba, desde luego.
De criminales nazis a sicarios sudamericanos
Guarida para lobos de guerra
Más de una decena de genocidas y prófugos por crímenes contra la humanidad han sido localizados en la costa valenciana viviendo ocultos entre el rebaño de ovejas
El monstruo de Grbavica, en el centro de la foto, es custodiado por la policía en su traslado a los juzgados de Dénia. /
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