El 31% de los contagios notificados esta semana al Ministerio de Sanidad se han producido en Catalunya, un porcentaje muy por encima del peso que le corresponde por población, que es del 16%. El lento descenso del virus en la tercera ola ha dado paso en los últimos días a un preocupante estancamiento que contrasta con el ritmo al que ha seguido bajando casi todo el resto de España.

El resultado es que Catalunya suma 17.136 casos notificados, más de dos mil diarios, frente a los 55.431 del conjunto de la autonomías. Madrid también acumula una cifra más alta a la que le correspondería por población, 10.693, pese a que sigue sin contabilizar los positivos de los contactos estrechos que no sean convivientes y de los compañeros de los infectados en las escuelas.

[Sigue las últimas noticias sobre la vacunación, las restricciones y la evolución de la pandemia]Entre las dos comunidades suman la mitad de los contagios. Uno de cada dos. Al hecho de tener las dos áreas urbanas más pobladas, lo que provoca una gran interacción social, se suma el factor de que han aplicado restricciones más laxas que otras autonomías que han bajado en picado su incidencia, como Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana, con bares y comercios no esenciales completamente cerrados. También es donde la variante británica del virus esta más extendida. En ambas representa ya entre el 40% y el 50% de los casos.

En el conjunto de España, la incidencia acumulada a 14 días ha caído este viernes por vez primera desde mediados diciembre por debajo de los 200 casos por 100.000 habitantes. Exactamente a 193. El ritmo de caída se está, sin embargo, ralentizando, mientras varias de las autonomías más restrictivas han empezado con su desescalada.

Por ahora solo dos autonomías están por encima de los 250 casos que marcan el nivel de riesgo extremo: País Vasco (252), donde un tribunal ordenó la reapertura de los bares, y Madrid (305), la campeona del “no vamos a arruinar la hostelería”.