El toque de queda ha agravado una situación que ya trajo el confinamiento por la pandemia del coronavirus. Las noches de fiesta, y de borrachera, se siguen produciendo en espacios secretos y clandestinos. Entidades como el Centre Jove d'Atenció a les Sexualitats (CJAS), ven cómo el acoso o las agresiones sexuales siguen ocurriendo en espacios privados y círculos de amigos, cosa que dificulta mucho más las denuncias policiales. Además, las fiestas clandestinas conllevan un consumo alcohol y otras drogas mucho más arriesgado y de "atracones", que ya detectan programas como Energy Control, especializado en sensibilizar sobre los tóxicos entre los jóvenes. El drama es que esta vez no hay ninguna mano amiga que ayude a escapar. Solo una sanción, por saltarse las restricciones sanitarias.
Entidades alertan de que el ocio clandestino esconde agresiones machistas y sobredosis
Entidades sociales alertan de los peligros de no poder atender las violencias machistas ni los "atracones" de drogas y alcohol que se viven los fines de semana
"Estamos volviendo a los años 90, cuando la violencia estaba invisibilizada y relegada en el hogar", avisa el Observatorio Noctámbul@s mientras trata de reinventarse
El toque de queda y las restricciones por la pandemia han relegado el ocio nocturno a espacios clandestinos y privados como "válvula de escape" ante tanta angustia y la incertidumbre
Los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona realizan un control de alcoholemia a un conductor de un patinete que circulaba fuera del horario permitido. /
Lo más visto
- Primera sentencia de un TSJ que aplica la doctrina europea y obliga a hacer fijo a un interino en fraude
- Puigdemont anuncia la muerte de su madre: "La mano de mi hija ha sido también la mía"
- Jorge Rey lanza las cabañuelas de primavera-verano: "Está muy cerca"
- El aviso de Hacienda a las empleadas del hogar: cambio desde este mes de abril
- Zona comercial y 750 viviendas: el futuro Hospital Comarcal del Vallès 'creará' un nuevo barrio en la comarca