la crisis del coronavirus

Andorra, un país atrapado

  • El pequeño principado está prácticamente sin actividad comercial ni turística por las restricciones de España y Francia
  • Las dos estaciones de esquí permanecerán clausuradas hasta enero con lo que enclaves como Soldeu están desiertos
  • Casi todos los hoteles están cerrados y hasta algunas tiendas han decidido bajar las persianas ante la falta de clientela

La sede central de Crédit Andorrà, con la calle desierta. / EUROPA PRESS

La noche se hace intensa y oscura en Soldeu. “No hay nadie. Todo está cerrado. No hay ni un hotel abierto, ni un apartamento ocupado", explica la farmacéutica de un enclave de esquí que, hace un año por las mismas fechas, era un bullicio de gente, con las tiendas activas, sin habitaciones libres y decenas y decenas de jóvenes esquiadores y monitores de la estación de Grandvalira tomando cervezas al caer la tarde y viendo los partidos de la Premier en el pub Aspen. Ahora las persianas solo están levantadas en la farmacia, en un solo bar y en los dos supermercados de Soldeu, aunque este fin de semana todo puede empezar a cambiar.