CONSECUENCIAS DE LA DISTANCIA SOCIAL

¿Ha acabado el coronavirus con los piojos?

Las franquicias para tratar la pediculosis han bajado su facturación desde marzo mientras que en octubre cayó las ventas de antiparasitarios en farmacias

Una niña se somete a un tratamiento para eliminar liendres y piojos.

Vamos a hablar de piojos. Mejor dicho, de su ausencia. A estas alturas del curso escolar, en los chats de madres y padres ya se habrían recibido unos cuantos mensajes (uno por semana, como mínimo) alertando de la temida pediculosis. Y esos los que se atreven a comunicarlo porque muchos progenitores callan por un absurdo e insolidario tabú, contribuyendo a que la explosión de 'pipis' -eufemismo usado en los coles- sea de órdago. Este año, sin embargo, los piojos ni están ni se les espera. Por lo menos, no masivamente. ¿La ciencia ha acabado con ellos? No. Pero la distancia social impuesta por las normas anticovid ha influido mucho. Lo que no ha podido hacer ni el inútil árbol de té ni el más inútil todavía aceite de oliva lo ha hecho el coronavirus.