Pescadores y 'fake news', las claves de la huida de Senegal

La falta de expectativas y la esquilmación de sus recursos por grandes industrias empujan a los senegales a subirse a un cayuco

Cayucos

Los jóvenes senegaleses que se lanzan a la mar desconocen que si no mueren ellos en el intento, seguro lo harán sus esperanzas en un muelle. La precariedad económica que sufren se une a la desinformación y en un mundo globalizado donde parece que todo se sabe, los africanos que son carne de patera no saben que su peligroso trayecto termina con suerte en el suelo de Arguineguín donde, hacinados sobre todo con marroquíes, pero también con otros subsaharianos, esperarán día tras día en el suelo a que con suerte les trasladen a una de las carpas que el Gobierno central prepara como única y muy criticada solución al repunte del flujo migratorio.