La Guardia Urbana de Barcelona ha rescatado cinco perros chihuahua, un gato y dos chinchillas que se encontraban en pésimas condiciones higiénicas en un piso del distrito del Eixample, después de que los vecinos alertaran del olor a excrementos que desprendía la vivienda.
La policía municipal activó a los servicios de recogida de animales para que se hicieran cargo de las mascotas e impuso veinte denuncias al propietario por maltrato y por tener a los animales sin identificar mediante el chip obligatorio.
Cuando los agentes accedieron al piso encontraron en los dos balcones de la vivienda a los cinco perros entre excrementos y en unas pésimas condiciones físicas que denotaban que hacía mucho tiempo que no salían a la calle, lo que el propietario justificó por la situación de pandemia.
Localizaron asimismo a las dos chinchillas en una jaula sucia y llena también de excrementos, situación similar a la que se hallaba el arenero del gato, con gran acumulación de restos.
Los agentes impusieron al propietario 20 denuncias administrativas por incumplir la Ordenanza sobre la protección, la tenencia y la venda de animales. En concreto, se le impuso una sanción por mantener a los animales sin alimentación o hidratación suficiente y equilibrada o en instalaciones inadecuadas desde el punto de vista higiénico y sanitario y otra por maltrato como resultado de un sufrimiento o de daños físicos o psicológicos.
Los agentes también le impusieron cinco denuncias más por tener a los animales sin colocar el chip de identificación, otras seis por incumplir la obligatoriedad de esterilizarlos, cinco más por no tenerlos censados, otra por no darles la atención veterinaria necesaria y una última porque las deposiciones de los animales afectaban a los pisos colindantes.