ECOSISTEMA CASTIGADO

Los otros invasores del Mediterráneo

Las algas detectadas en Cap de Creus o el Estrecho demuestran la fragilidad de este mar ante el avance de especies no nativas

Los expertos avisan que la única herramienta para contrarrestar su impacto es la prevención y la pedagogía dado que llegan de la mano del hombre

La playa del Chinarral en Algeciras (Cadiz) totalmente plagada de la alga invasora ’Rugulopterix okamurae’, este verano. / EFE / A. Carrasco Ragel

La aparición del alga australiana 'Caulerpa cylindracea' en el Cap de Creus o de la asiática 'Rugulopteryx okamurae' en la costa andaluza demuestran que el mestizaje étnico y cultural tradicionalmente asociado al mar Mediterráneo alcanza a la biología marina. Debido a ese trasiego comercial desde el inicio de la civilización, la llegada de especies invasoras no es un fenómeno nuevo, pero el ecosistema ahora se encuentra más debilitado por el cambio climático, la presión urbanística y turística y la sobreexplotación pesquera. Y es esa fragilidad la que favorece la propagación de estos visitantes inesperados, una de las principales amenazas para cualquier hábitat ya que su impacto no se limita solo al medioambiente, sino que tiene repercusión socioeconómica e incluso en la salud pública.

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