El Congreso tumba la enmienda negacionista de Vox contra la ley de cambio climático

Todos los partidos se oponen a un veto que no culpa al hombre del calentamiento global

La norma prohibe la venta de coches de gasolina y gasóleo a partir del 2040

Pleno del Congreso , en la imagen  la Vicepresidenta Cuarta Teresa Ribera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. / DAVID CASTRO

El Congreso ha tumbado la enmienda a la totalidad presentada por Vox contra la ley de cambio climático y transición energética, que el Gobierno envió el 19 de mayo a las Cortes para que iniciara su tramitación parlamentaria. El principal objetivo de la norma es que España alcance la neutralidad de emisiones como muy tarde en el 2050, en coherencia con las peticiones de los científicos y de buena parte de la sociedad española, como puso de manifiesto la masiva manifestación del pasado diciembre, clausurada por Greta Thunberg, que acudió a Madrid a la Cumbre por el Clima COP25.

Durante el debate, todos los grupos han rechazado con contundencia la enmienda de Vox (salvo Foro Asturias), que han tachado de "negacionista" dado que reconoce la existencia del cambio climático, pero asegura que este no se debe a la acción del hombre. "El clima es cambiante y ha evolucionado durante siglos", ha asegurado la diputada del partido de ultraderecha Mireia Borrás, para quien el Gobierno sólo pretende "vender su dogma y transformar radicalmente" el modelo de vida de los españoles. Por contra, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que la ley "responde a las alertas de la ciencia y las demandas de la sociedad".

Difícil tramitación parlamentaria

El rechazo a la única enmienda a la totalidad contra el proyecto no significa que este vaya a tener un camino fácil, dado que partidos como Ciudadanos o el PP han avisado de que presentarán enmiendas parciales para que la ley "no destruya el tejido industrial".   

Y es que para alcanzar la neuralidad climática a mitad de siglo, es decir, que el país emita la cantidad de gases de efecto invernadero que sus sumederos puedan absorver, el proyecto legislativo marca una serie de pasos intermedios, como la reducción de emisiones en el 2030 al menos un 20% respecto a 1990. Este nivel supone un aumento del compromiso del Gobierno español, en línea con las directrices marcadas por la UE y el Acuerdo de París. Para llevarlo a cabo, las energías renovables deberán tener un peso mínimo del 70%, lo que implicaría mantener el cierre de las térmicas de carbón en los próximos 12 meses. 

El fin de los coches de gasolina o diesel

Para 2040 el texto fija que se prohiba la venta de coches de gasolina o gasoil, con la idea de que en el 2050 todo el parque de circulación de turismos y vehículos ligeros esté libre de "emisiones directas de CO2". Para favorecerlo, el proyecto obliga a la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en gasolineras, edificios residenciales y no residenciales, como polideportivos, centros comerciales, etc. 

Asimismo, en el ámbito de la movilidad, la ley blinda las zonas de bajas emisiones, como las implantadas en Barcelona o Madrid, después de que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, llegase al Ayuntamiento con la promesa de revertir uno de los grandes proyectos de su antecesora, Manuela Carmena.