La magnitud de la epidemia de coronavirus ha alcanzado todas las formas de nuestra cotidianeidad y la huella de la enfermedad está presente en infinidad de actividades diarias, desde las colas de la compra, el aspecto vacío de las calles y plazas, o la protección extrema de los técnicos hospitalarios.
EL PERIÓDICO recoge en una serie la mirada de nuestros fotógrafos, testigos de excepción de este momento en el que el estado de alarma obliga a la población a mantenerse confinada en sus casas con pocas salvedades, como son las actividades esenciales (ir a comprar comida o medicamentos o al quiosco) y las profesiones que se han convertido imprescindibles en estas condiciones: bomberos, personal sanitario, policía, trabajadores de supermercados o farmacias, conductores de transporte público, entre otros.
El fotógrafo, desde el exterior, sigue el rastro de mascarillas y trajes de protección en distintos puntos de nuestra geografía cotidiana, desde el metro hasta hospitales y tanatorios. David Castro es el autor de todas las fotos recogidas en este vídeo en el que imprime su mirada particular sobre el impacto del coronavirus en nuestro entorno y su rostro es el mismo que lo cierra.