El Arzobispado de Barcelona ha hecho un llamamiento a los feligreses enfermos o de edad avanzada, personas especialmente vulnerables al coronavirus, que sigan las misas por televisión y se abstengan de ir a las iglesias. En estos lugares, aconseja la diócesis, se aplicarán las medidas de restricción por las que el aforo se reduce a un tercio de lo habitual. Sí quedan anuladas las clases de catequesis para los niños que vayan a hacer la primera comunión y se retirará el agua bendita de las pilas a las entradas de los templos.

En principio, el arzobispado descarta el cierre generalizado de parroquias, como han hecho por ejemplo en Italia, porque se quiere respetar su condición de espacios de rezo. "Recomendamos a los fieles suprimir el signo de darse la paz y que la comunión se realice también con la mano", indican los responsables de la diócesis en un comunicado.

"Conviene -agrega- que las muestras de devoción y afecto hacia imágenes de culto, tan propias de estos tiempos de Cuaresma y Semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia evitando el contacto físico", añade.