Conxita Grangé, la última superviviente catalana del campo de concentración de Ravensbruck, ha fallecido este martes a los 94 años en Toulouse, donde residía desde hacía años.
Grangé, nacida en el Pallars Sobirà pero criada en Francia, hizo de enlace con el maquis durante la Guerra Civil española. Fue detenida el 24 de mayo de 1944 con su tía María Castelló y su prima Elvira Ibarz en el sur de Francia y entregadas a la Gestapo.
El 9 de septiembre de aquel año entró en el campo de concentración de Ravensbruck, donde estuvieron presas otras mujeres catalanas, como Neus Català, fallecida el pasado abril.
Allí resistió hasta el que el campo fue liberado por las tropas aliadas al final de la Segunda Guerra Mundial.
El pasado 26 de julio, Grangé tuvo su primer homenaje en Catalunya, concretamente en La Torre de Capdella, tras el que se colocó una placa conmemorativa en su casa natal.
El Gobierno francés la había distinguido con la Legión de Honor y la medalla de la Resistencia.