“La ciudad tiene un papel clave para combatir la pandemia de la obesidad y la malnutrición”, así lo aseguró José Graziano Da Silva, director general de la FAO, en la inauguración este lunes en València de un centro creado por la capital valenciana y la agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación con el objetivo de examinar y difundir políticas urbanas más eficaces para una alimentación sostenible y promover que otras ciudades las adapten y adopten. 

Graziano explicó que en el mundo ya hay más obesos (830 millones) que personas que pasan hambre (820) pero en ambos casos la gran mayoría están en las ciudades porque según los datos de Naciones Unidas, 55% de la población vive ya en las ciudades y la previsión es que en 2050 el porcentaje sea del 68%.

El director de la FAO subrayó que “las ciudades son un agente de cambio cada vez más importante” y recordó que de esa toma de conciencia nació en 2015 el ‘Pacto de Milán’, suscrito por casi doscientas ciudades ya, y de cuyo impulso ha nacido este centro. Graziano culpó a la facilidad con la que se accede a la comida ultraprocesada como causa de la obesidad y avanzó que la fórmula pasa por poner a disposición de los ciudadanos “más alimentos frescos nutritivos y procedentes de cadenas cortas” y apostó por “potenciar las huertas urbanas y periurbanas”.

Ese modelo, el de tratar de potenciar ‘L’Horta’, es la gran apuesta de València recordó su alcalde, Joan Ribó, que subrayó que “la alimentación sostenible es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los mercados”. En primera fila, junto a las autoridades, la Reina Letizia, embajadora especial de la FAO. 

El alcalde subrayó que “en la mano de los gobiernos municipales está hacer llegar hasta el último rincón de cada barrio las políticas más adecuadas y actuales para un correcto desarrollo humano”. “Trabajemos todos juntos por la consecución de sistemas alimentarios urbanos sostenibles por y para todo el mundo y perdurables en el tiempo como el mejor camino para hacer frente a los flujos migratorios, el cambio climático, la desconfianza en la democracia y, evidentemente, por una nutrición sana y adecuada”, pidió.