Catástrofe en Mozambique y Zimbabue: niños y niñas separados de sus familias tras el ciclón Idai

Mozambique ciclón Idai / Sacha Myers (Save the Children)

Siempre que ocurre una catástrofe natural, los niños y las niñas son las víctimas más vulnerables. El ciclón Idai ha azotado Mozambique, Zimbabue y Malaui con inundaciones en toda la región que han afectado a más de 2,5 millones de personas. Cerca de 800.000 son niños y niñas.

Se estima que ya hay más de 600 muertos, una cifra que va en aumento a medida que las condiciones de la zona permiten el acceso a los equipos de rescate. El ciclón Idai podría ser el peor desastre meteorológico en el hemisferio sur en las últimas décadas, según alerta Naciones Unidas.

La devastadora tormenta ha separado a muchas familias y los equipos de Save the Children en terreno han encontrado a niños y niñas completamente solos. Por ese motivo, la organización ha activado su operativo de máxima emergencia ya que en estos momentos es de vital importancia reunir a los niños con sus familias y dar apoyo a los que han perdido a sus allegados. Para ello, Save the Children ha creado espacios seguros para la infancia donde los niños y niñas reciben protección y apoyo psicosocial para que pueden recuperarse poco a poco del impacto que ha generado en sus vidas el paso del ciclón.

En estas catástrofes la comunicación a través de los medios locales es fundamental. Las emisoras de radio en Mozambique están alentando a los padres y las madres que han perdido a sus hijos a llamar al Gobierno o a organizaciones de ayuda humanitaria como Save the Children para ver si tienen datos que propicien la reunificación familiar. Hay niños y niñas que han visto como las inundaciones han arrasado a sus madres, a sus padres, o han perdido a sus hermanos. El protocolo cuando se encuentra a un menor solo empieza determinando si hay familiares que se puedan encargar de él. Para eso, Save the Children está trabajando en coordinación con el Gobierno mozambiqueño y otras organizaciones para reunir a los más pequeños con sus padres y madres a través de una plataforma online liderada por la Cruz Roja. En ella se están registrando los nombres de las personas desaparecidas para intentar reunir así a los menores con sus familias.

Las infraestructuras han sido arrasadas por el ciclón: casas, caminos y puentes han quedado en ruinas y las tierras agrícolas inservibles porque están completamente sumergidas. Unas 400.000 personas han perdido sus hogares. Las carreteras y puentes derruidos dificultan el acceso de muchas personas a la ayuda humanitaria. Además, la falta de agua potable y las inundaciones aumentan el riesgo de contraer enfermedades como el cólera.

También en Zimbabue la situación es dantesca con parte del país inundado. Además, crece el número de niños y niñas desaparecidos y separados de sus familiares. Se calcula que solo en el municipio de Kopa hay unas 250 personas desaparecidas y 39 de ellas son estudiantes de primaria. 80 niños han perdido a sus padres o madres. La mitad ahora están alojados en una escuela y los otros 40 están viviendo con vecinos.