IGUALDAD

La igualdad requiere que las 'nuevas masculinidades' cobren protagonismo

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La jornada formativa sobre nuevas masculinidades en Palma del Río.  / periodico

Patricia Martín

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En el marco del Día internacional contra la violencia machista, que se celebra el domingo, Palma del Río, un municipio cordobés de poco más de 21.000 habitantes, ha programado una jornada formativa doble, para adolescentes y ciudadanía en general, con mensajes dirigidos especialmente a los hombres, destinados a que dejen atrás el rol dominante y a veces agresivo que les asigna el patriarcado y que tanto daño ha hecho a la sociedad durante siglos. El curso se inserta en una corriente que busca fomentar las llamadas ‘nuevas masculinidades’ y que, poco a poco, se está abriendo paso, pese a que aún predominan las políticas y campañas destinadas a mujeres, especialmente en la difícil lucha contra el maltrato.

De hecho, si se hace un repaso al pacto de Estado contra esta lacrapacto de Estado solo uno de los especialistas que desfilaron por el Congreso para asesorar a los diputados, Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la violencia machista en la ‘era Zapatero’, pidió que se hagan acciones específicas con hombres “defendiendo las nuevas masculinidades”. Si bien, en la parte dispositiva no se recogió ninguna recomendación en este sentido, más allá de medidas destinadas a los dos sexos, como la implantación de una educación afectivo-sexual igualitaria en todos los niveles educativos. 

Lorente reclamó acciones más específicas porque, en su opinión, para erradicar las desigualdades “no basta con equiparar en algunas cuestiones a las mujeres” con los hombres, como sucede con las políticas de cuotas o las sanciones en contra de la brecha salarial. “Si ellos no se incorporan, no habrá igualdad”, avisa en declaraciones a EL PERIÓDICO, en las que pide políticas “articuladas” y destinadas a los hombres, que complementen la ebullición provocada por el #Metoo, la sentencia de ‘la Manada’ o la huelga feminista, que indudablemente tienen rostro de mujer.

Acciones voluntarias

Pero, ¿qué son las nuevas masculinidades? Según Octavio Salazar,Octavio Salazar jurista y especialista en la materia, son aquellas formas de comportarse por parte de los varones opuestas a la “masculinidad tóxica”, que es la que ha fomentado el patriarcado y que está asociada a la ira y la violencia como manera de resolver los problemas. Para fomentarlas, explica Salazar, hay que “poner a los hombres frente a un espejo” con campañas y acciones formativas, de forma que se den cuenta de que la sociedad actual les beneficia y, voluntariamente, acepten perder parte de sus privilegios en pro del bien común.

Uno de los profesores del curso de Palma del Río, el psicólogo forense Enrique Suárez, de la consultoría Cámara Cívica, usó un ejemplo cotidiano para explicar a los asistentes a la actividad formativa el camino que deben recorrer los hombres: “Yo soy feminista pero, como me he educado en el patriarcado, sin darme cuenta reproduzco patrones y me siento en el metro con las piernas abiertas de par en par. Lo que tenemos que hacer los hombres es sentarnos ocupando solo nuestro espacio, para que las mujeres puedan ocupar el suyo”. "Nueva masculinidad -explicó- es alzar la voz en nuestras empresas cuando las compañeras cobran menos, es ceder tu puesto en una lista electoral para que una mujer pueda ser alcaldable y situarse en la parte de atrás en una marcha feminista, para que ellas sean las protagonistas".

Las resistencias

Al curso, de carácter voluntario, asistieron una veintena de personas, la mayoría hombres, gracias al trabajo de difusión realizado por la concejala, Ana Belén Santos, quien buscó una actividad formativa destinada a que los varones no conciban el feminismo “como una lucha contra ellos” y se sientan, por tanto, “agredidos”. Entre los asistentes, la mayoría eran convencidos de la necesidad de romper con las discriminaciones. Aún así, hubo debate, a veces acalorado, que puso de manifiesto la confusión de algunos hombres sobre qué tienen que hacer, con frases del tipo “yo en casa siempre pongo la mesa” o las resistencias de algunos a “mirar al pasado” o a visibilizar el problema. Así, hubo partidarios de poner a las “personas” en el centro de la discusión, porque todo lo demás “divide”. Si bien, el instructor les hizo ver que igual que el colectivo Lgtbi ha reconocido e individualizado cada una de las orientaciones sexuales, conviene “visibilizar los nuevos tipos de masculinidad, para integrarlos a todos”.

Y es que los avances en igualdad están generando resistencias. Las más visibles, aquellas protagonizadas por grupos y asociaciones de hombres que usan las redes sociales y los medios de comunicación para tratar de inocular la idea de que la ley integral contra la violencia machista les perjudica y ellos y no las maltratadas son las verdaderas víctimas del sistema. Lorente les califica como postmachistas y su obstinación es similar a la que a lo largo de la historia han ostentado grupos que no sufren discriminación, ya sea de género, raza o clase, porque no la ven.

“El hombre está perdiendo ahora su sitio”, reflexionó uno de los asistentes (varón) al curso, mientras que una mujer avisó de que los “hombres entienden que aportar en el ámbito privado no les aporta, por eso no lo quieren”. “A mí los hombres ahora me dan pena”, respondió otro, a lo que Ana Álvarez , antropóloga especialista en género y la otra co-profesora, contestó: “Ningún hombre es víctima del patriarcado, aunque este también les perjudique”.

Los perjuicios a los varones

Y es el machismo, aunque no lo parezca, hace daño a muchos varones. Estereotipos basados en que los “hombres no lloran”, “son los que se ganan el pan” y “tienen que cumplir en la cama” afectan a su desarrollo personal, afectivo y social. De hecho, La tasa de suicidios es el triple entre los hombres, y hay estudios que demuestran que, como acuden menos al médico para no mostrar debilidad, su salud se ve afectada.

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Si bien, los expertos consultados consideran que los hombres tienen que renunciar a sus privilegios “por razón de justicia, no porque encuentren una ganancia inmediata”. Por ello, blandir los problemas que les genera puede usarse como estrategia para seducir a algunos de ellos, pero no debería ser la razón última que mueva al colectivo a sumarse a la lucha por la igualdad, opinan.

La labor de la Asociación de Hombres por la Igualdad

<span style="font-size: 1.6rem;">Si hay un grupo que lleva años luchando por fomentar las nuevas masculinidades es </span><a href="http://ahige.org/" target="_blank"><strong style="font-size: 1.6rem;">AHIGE</strong></a><span style="font-size: 1.6rem;">, asociación de hombres por la igualdad de género. Nació en el 2001 en Málaga y la constituyeron un grupo de personas que empezaron a reunirse para “</span><strong style="font-size: 1.6rem;">deconstruir la masculinidad</strong><span style="font-size: 1.6rem;"> hegemónica que sentían que les oprimía”, según explica Pablo Llama, socio de la agrupación. En la actualidad el colectivo está formado por más de 175 varones y realiza labores formativas y de activismo social y político en pro de las “masculinidades disidentes”, el término preferido por Llama para referirse a que cada varón elija de forma libre su manera de comportarse.</span>

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