Decenas de miles de estudiantes universitarios y de secundaria se han manifestado este mediodía por el centro de Barcelona para pedir la independencia de Catalunya, condenar la violencia del 1 de octubre del 2017 y la actuación policial. En un baile de cifras que va desde los 15.000 asistentes según la Guardia Urbana y los 50.000 de los organizadores, lo cierto es que cuando la cabeza de la marcha estaba en plaza de Sant Jaume, seguía bajando gente desde arriba de Via Laietana.

La marcha, convocada por los sindicatos de estudiantes y avalada por los paros en las universidades, ha partido de las puertas de la Universitat de Barcelona, en la plaza Universitat, continuado por plaza Catalunya y desde Via Laietana ha llegado a la plaza de Sant Jaume en un tono festivo, pacífico y muy reivindicativo. Confluían varios grupos salidos de otras universidades catalanas.

Los jóvenes, algunos aún preadolescentes, tan solo se detenían a insultar a la Policía Nacional en la comisaría de Via Laietana, que, cerrada a cal y canto, estaba custodiada por los Mossos d'Esquadra. Algunos manifestantes han lanzado tres huevos, algunas latas y bolitas de comida para animales. La mayoría de los restantes se ha limitado a insultar y corear consignas como "Este edificio será una biblioteca" o "Fuera la fuerzas de ocupación".

La manifestación ha terminado en la plaza de Sant Jaume, donde les esperaban bebidas de un estand independentista y música a todo volumen de grandes éxitos catalanes, y algunos han aprovechado para comerse el bocadillo y fumarse un cigarro sentados en la plaza en un improvisado picnic.

El president de la Generalitat, Quim Torra, que ha llegado cuando la marcha ya estaba en sus postrimerías, les ha dirigido unas palabras en la puerta de Palau animándoles a seguir en la lucha. Uno de los manifestantes le ha recriminado, sin embargo, que no apelara a la inclusión de género en sus palabras.