Pere Navarro, el impulsor del carnet por puntos, vuelve a la DGT

El Gobierno elige como director de Tráfico al máximo responsable de las carreteras en la etapa de Zapatero

Su gestión y las medidas que aprobó rebajaron la siniestralidad de 5.000 a cerca de 1.700 muertos

Pere Navarro. / DAVID CASTRO

Pere Navarro, el que fuera director general de Tráfico entre 2004 y 2012, volverá a capitanear la política destinada a reducir la siniestralidad y gestionar las carreteras, según ha decidido este viernes el Consejo de Ministros. El Gobierno de Pedro Sánchez confía así la DGT (Dirección General de Tráfico) a uno de las personas que más medidas ha impulsado para aminorar los accidentes, entre ellas el carnet de conducir por puntos, que supuso una espectacular caída de 5.000 a cerca de 1.700 muertos al año. 

Su nombramiento coincide con el inicio de la Operación Salida del verano y con varios retos pendientes, entre ellos la ley de Tráfico. Durante el verano pasado perdieron la vida en la carretera 224 personas. Aunque este dato supuso un descenso del 12%, el 2017 cerró con un aumento en la siniestralidad vial. Un total de 1.200 personas murieron en las carreteras, 39 más que en el 2016. Estas cifras convirtieron el año pasado en el peor ejercicio desde el 2013, convirtiéndose también en el segundo año consecutivo en registrarse un aumento en los fallecidos después de 14 ejercicios seguidos de descensos. Volver a la tendencia de caídas será, por tanto, uno de los desafíos de Navarro.

Consumo de alcohol y drogas

El carnét por puntos, precisamente, es una de las posibles reformas de la próxima ley de tráfico, cuyo anteproyecto está en manos del Ministerio del Interior. Asimismo, se está trabajando para que aquellos conductores que hayan delinquido, al menos, dos veces en dos años, por delitos relacionados con el consumo de alcohol y drogas, no puedan volver a conducir si un médico certifica pérdida de aptitudes psicofísicas, al entender que existe adicción. Esta nueva ley también contemplaría la modificación del sistema de formación para los aspirantes a conductores, así como la adaptación de los exámenes a las nuevas tecnologías.

También se está pensando en imponer más restricciones con respecto la conducción nocturna y se estudian soluciones innovadoras dirigidas a minimizar las distracciones, en especial el riesgo del uso del móvil. El tema de replantear el límite de velocidad también es una de las prioridades, en concreto, en las vías convencionales. En 2011, con Navarro en la DGT, el Gobierno redujo la velocidad en autovías y autopistas de 120 a 110 kilómetros por hora.

La elección de Navarro ha sido bien recibida por las asociaciones de víctimas y automovilistas, que han destacado su "empatía" y "sensibilidad" con los afectados por los accidentes y su capacidad de consenso.