«El avión está aparentemente normal y podemos intentar el vuelo, pero no podemos obligar a nadie a permanecer dentro. Quienquiera puede desembarcar si lo desea». El comandante del aparato de Vueling que debía cubrir la ruta Gran Canaria-Bilbao lanzó este inquietante mensaje después de que el avión acumulara un grave retraso a causa de «problemas técnicos», según ha informado 'El Correo'.
El aviso logró que una veintena de viajeros desembarcaran, que hubiera que retirar de las bodegas sus equipajes y que al final el avión tuviera que ser desviado a Foronda porque la pista de Loiu, en reparación, cerraba a las 23.30 horas.