La cogestión entre pescadores, WWF y administración mejora en Senegal pesquerías de pulpo y langosta verde, según la ONG

La cogestión entre pescadores, Administración y ONG puede contribuir a la mejora de las pesquerías y de las condiciones de vida de los pescadores del norte de África así como a la conservación de los océanos, según un estudio realizado por WWF en Senegal.

El informe 'Senegal: cogestión en las pesquerías de pulpo y langosta verde' presentado este jueves por WWF, analiza dos ejemplos de éxito de la cogestión en África noroccidental para mejorar las pesquerías y lograr un lugar más destacado en los mercados europeos.

Se trata de uno de los cinco casos de estudio que la iniciativa europea FishForward para concienciar a 11 países europeos sobre la necesidad de una compra responsable de pescado y marisco. El estudio de WWF analiza las interdependencias entre las opciones de compra de productos pesqueros en el mercado europeo.

Para su elaboración, la ONG ha identificado y descrito 14 casos de cogestión pesquera en Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia. La cogestión es un sistema de responsabilidad compartida entre pescadores y administración y que cuenta con la participación de científicos y ONG para aplicar las medidas y asegurar los aspectos ambientales y sociales.

AUMENTO DE CAPTURAS, TALLA E INGRESOS

Los resultados de estos proyectos se han traducido en un aumento de capturas, de la talla de los ejemplares y han mejorado los ingresos de los pescadores de pulpo y langosta verde.

La ONG destaca que la pesca supone el 3,2 por ciento del Producto Interior Bruto de Senegal y emplea al 17 por ciento de la población. Senegal exporta a la Unión europea especies clave para este mercado como pulpo, camarones, atún o sepia.

De hecho, es el tercer exportador de pulpo a España y el quinto a la Unión Europea y también un gran consumidor de pesca, ya que en 2013 cada senegalés consumió 23,9 kilogramos por persona al año, lo que supone que el 11,1 por ciento de su ingesta nutricional de proteínas, una cifra muy superior a los 19,7 kilogramos por persona y año a nivel mundial.

En el caso del pulpo, el proyecto ha generado un aumento del volumen de capturas y de la talla de los ejemplares y ahora, según la ONG, los pescadores "son ahora los principales defensores de la cogestión", ya que este método ha aumentado sus ingresos y ha generado una mayor cohesión social. Precisamente, esto ha hecho, según WWF, que ahora estén ellos mismos promoviendo avances en la zona como la creación de áreas marinas protegidas, vedas estacionales o límites de piraguas por un día.

Respecto a langosta verde, el estudio ha constatado que su peso se ha triplicado y esto, a su vez, ha generado más beneficios a los pescadores. Tras el proyecto, se han empezado a poner en marcha controles de talla a los pescadores para evitar la captura de juveniles y para limitar algunas de las artes de pesca más destructivas.

PESCA ILEGAL, SOBREPESCA Y DEPENDENCIA EXTERIOR

Entre las conclusiones, el estudio apunta a la pesca ilegal, la sobrepesca, el abandono de especies tradicionales por otras más rentables o la dependencia del exterior como los problemas más importantes a los que aún se debe buscar soluciones.

La ONG insiste en la importancia de apoyar estas prácticas en los países en desarrollo pero también señala que es necesario contar con las comunidades locales al tiempo que recomienda a los comercializadores a asegurar la trazabilidad de los productos y dar información al consumidor sobre el origen del pescado y el marisco que se consume.

Así, la técnica de mercados de WWF Celia Álvarez ha hecho hincapié en que cada consumidor tiene en sus manos marcar la diferencia e incentivar la pesca responsable tanto desde el punto de vista ambiental como el social. "Es básico elegir bien productos que provengan de prácticas sostenibles"--añade--. "Esta es la forma en que podremos lograr que detrás del plato que disfrutamos haya una historia positiva de desarrollo sostenible y mares saludables".

En todo caso, la ONG cree que en la pesquería de pulpo y de langosta verde de Senegal queda pendiente reforzar la gestión pesquera, mejorar el seguimiento pesquero e investigar las especies pesqueras más importantes, apoyar la capacidad técnica sobre el terreno. Asimismo, insta a incorporar el cambio climático en las proyecciones de esfuerzo pesquero en Senegal y aplicar un enfoque ecosistémico a la gestión pesquera.

Entre las propuestas también apuesta por impulsar una mayor cooperación regional a la lucha contra la pesca ilegal y apoyar la coordinación regional para garantizar la seguridad alimentaria y valorar las formas para aumentar el suministro de pescado sin aumentar la presión pesquera.

MERCADOS LOCALES

Al mismo tiempo, insiste en la importancia de asegurar el suministro de pescado a los mercados locales y actuar contra los altos índices de pobreza de Senegal e introducir estrategias eficaces para mejorar la distribución de los beneficios socioeconómicos en las comunidades pesqueras e incentivar actividades alternativas para las mujeres, así como buscar alternativas para reducir la dependencia del exterior.

Por su parte, a la UE le aconseja asegurar una plena aplicación de la Dimensión Externa de la Política Común de Pesca, implantar de forma armonizada el Reglamento contra la Pesca ilegal entre los Estados miembro y ayudar a los países costeros a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y asegurar la coherencia entre las políticas nacionales de pesca, ambiental, comercio, acción exterior y desarrollo.

Entre las conclusiones, el informe apela al compromiso de las empresas de comercialización, distribución y transformación de pesca a través de políticas públicas de suministro de pescado de origen sostenible a sus clientes. En concreto, les pide facilitar información clara y precisa al consumidor y a apoyar de forma activa la sostenibilidad de los recursos marinos que comercializan a la conservación de los océanos.

Finalmente, recuerda al consumidor que tiene un "papel clave" para conseguir que las pesquerías de todos los océanos sean sostenibles y beneficiar a las personas que dependen de los recursos que se extraen del mar.